9.01.2010

Un Consuelo Forzado. [Capítulo 2]

ATENCIÓN: éste es un Fanfic Yaoi de Saint Seiya que he creado porque tenía muchísimas ganas de retomar mi escritura en forma de mini-historias. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia. Le doy gracias a la buena música que me inspiró aún más para darle vida a esto.

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AUTOR: Carol Padalecki.
ANIME: Saint Seiya.
PAREJA: Saga & Kanon.
TRAMA: Saga está demasiado dolido por un engaño de su pareja; Kanon estará allí para "consolarlo" y para hacerle entrar en razón. [Es un Mundo donde no hay peleas como en el original SS.]

En fin, disfruten. Se aceptan críticas constructivas.
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El aire que entraba por la ventana del corredor estaba haciendo de mi cabello un desastre, pero no me importó en lo absoluto porque aquel humano que era idéntico a mí a excepción de los pigmentos en su melena estaba arrastrándome hacia adentro. Yo no grité por lo sorprendido, yo no bufé por el dolor causado y tampoco traté de zafarme de su fuertísimo agarre. Cerró la entrada de aquel infierno con un sonido estrepitoso, me lastimó los oídos pero traté de no mover ni un solo músculo del rostro. Yo era lo suficientemente indiferente para no dejarle notar que estaba mal, que quería morirme solo y que lo que pasara en un futuro no era relevante.

-¡Saga! –me llamó en un grito con su voz gruesa, justo como la mía, aún en eso éramos idénticos-. ¿Qué te sucedió? –su voz burlona se hizo presente y yo deseé darle un derechazo meramente a la quijada para que dejara de hablar-. ¿Acaso tu novia te engañó, oh, pequeño Saga?

¡Maldición! Justo en el clavo. ¿Cómo carajo se había enterado? ¿Quién demonios se creía ese imbécil para andarse burlando así de mí? ¿Mi hermano? No. Esa palabra no adquiría significado alguno en mi vocabulario, y Kanon no era representación de ello, él no era más que un maldito traidor. Le odiaba más que a nadie, lo peor del caso es que estaba al tanto de mis sentimientos y aún así parecía disfrutar de mi odio.

En cierta ocasión llegué a pensar que a cada sentimiento de rencor y desprecio yo sólo lo incitaba a molestarme más. Ni siquiera fingía sentir el mínimo respeto hacia mí y eso que yo era su hermano mayor aunque no fuera por mucho. Aunque soy un hombre orgulloso, cuando digo esto no miento: soy mejor portado y tengo más fuerzas, por tanto un orgullo grandísimo nada comparado con la gracia que él siente hacia todo lo que se mueve; no ando de mujer tras mujer u hombre tras hombre como él, porque, debo confesar que ya hacía tiempo yo sabía que le gustaba experimentar todo ese tipo de situaciones. Se me hacía repulsivo. Tan chocante que una vez estuve a punto de partirle la cara por haber dicho: -Tranquilo, sólo tengo sexo, jamás he amado a las personas que me he jodido.

¿Cómo no hacerlo? ¿Cómo no querer partirle la cara después de haber utilizado a tantísimas personas para unos minutos de placer? …Y él me reclamaba diciendo: -Tú eres un tipo cerrado, no entiendes nada. No te das cuenta de lo que pasa a tu alrededor.

En fin, olvidé todo eso cuando me fui de la ciudad donde vivía anteriormente. Había planeado independizarme por completo para después poder casarme y posteriormente formar una familia. Pero el idiota de Kanon había arruinado todo. Les había dicho a nuestros padres que yo había embarazado a mi novia y que estaba enfermo de SIDA. Fue un golpe bajo, bastante bajo. Lo peor era que ni siquiera era cierto. A la edad de 17 años, yo huí de mi hogar, de mi verdadero hogar; y fui a parar a ésta ciudad.

Pensé que había logrado todo, que estaba escalando a grandes pasos; estaba segurísimo de que la mujer que estaba a mi lado me amaba aún más intensamente de lo que yo lo hacía por ella. Pero me equivoqué. Ella no tuvo ni la decencia de decírmelo de frente: me estaba engañando. Tuve que verla con mis propios ojos para descubrir la verdad aunque ni aún así pude creerlo. ¿O será que uno encuentra lo que menos quiere en el momento menos inesperado? …tal vez sólo yo esté delirando, negándome a la realidad.

-¡Idiota! ¡Respóndeme! –Sus gritos me trajeron al presente, y casi me golpeó con tal de que yo le prestara atención-. ¡Saga! ¡Saga!

-Deja de gritar. –le dije en voz baja, casi fue un susurro y tanto él como yo nos sorprendimos bastante-. ¿Qué es lo que quieres?

-Te pregunté qué te había sucedido, estás demasiado raro. –agregó en un murmuro. Su actitud había cambiado por completo desde la instrucción que le hube dado. Por fin me soltó de su agarre, y entonces me levantó el rostro que se mantenía agachado y sin expresión alguna-. ¿Quién carajo te hizo llorar? –me cuestionó; con su pulgar me presionó la mejilla y retiró las lágrimas que seguían allí.

Cometí el error de no limpiármelas cuando pude haberlo hecho. Seguro no me lo quitaría de encima después de eso. Kanon era como un perro que si lo alimentabas una sola vez, no te lo quitarías nunca. Su voz, su aspecto burlesco, su simple presencia me sacaba de quicio. Yo estaba a punto de explotar, había un tormento de emociones dentro de mí, deseaba desahogarme pero ese maldito me lo impedía con el mero hecho de existir.

-Es su culpa, ¿no? –me estremecí un poco al darme cuenta de que él seguía adivinándome por completo-. Oh, te lo dije. Te dije que era una cualquiera, una mujer sin corazón.

-Cállate. –Inquirí, mejor dicho, le ordené-. Si no estás seguro de algo, mejor no hables. –levanté mi rostro y lo miré de forma fulminadora, seguro mis ojos eran como dos llamas verdes-. Ya déjame en paz. Lárgate de aquí.

Abundó el silencio en ése infierno después de haber dado mi “dictamen”. Di un suspiro y me encaminé a mi habitación con pesadez. Ahora no solamente estaba el dolor que me había causado esa mujer, sino también estaba la incomodidad que Kanon me producía al estar tan cerca de mí.

Al llegar a mi destino me detuve en la puerta y observé mi cama, al instante recordé aquellas noches en que ella se había quedado dormida en mis brazos mientras mirábamos una película o alguna serie ya que era fanática de éstas. El corazón se me hizo pedacitos de nuevo, mi mente y conciencia estaban dándome una lección por haber sido un estúpido, por “no haberme dado cuenta” como Kanon mencionó. Estúpido Kanon. Si yo tenía una herida él parecía querer echarle gasolina y prenderla para que yo sufriera aún más y quizá me retorciera del dolor hasta morir. Tal vez él sólo quería matarme… y me ayudaría a cumplir mi propósito más próximo.

-¿Saga…? -murmuró desde la sala, donde habíamos estado anteriormente.

Yo no respondí a su llamado y ni quise hacerlo siquiera. Estaba a punto de explotar justo como una granada explosiva haría en el campo de batalla. Le odiaba ¡le odiaba!

Escuché unos pasos, hacían un leve eco en el pasillo que sólo daba a mi habitación y el baño. Yo me tiré en la cama, me haría el dormido y tal vez, y sólo tal vez, se iría si me veía así. Rogué porque sucediera pero estaba, de nuevo, equivocado. De pronto sentí que se sentó a la orilla de la cama y el calor de su piel contra la mía que aún seguía empapada marcaba una gran diferencia.

-Déjame consolarte. –pidió con extremísima amabilidad y un leve toque de tristeza, pude haber jurado que era un maldito sueño, no, ¡era una maldita pesadilla!-. Yo te voy a hacer sentir bien.

CONTINUARÁ...

3 comentarios:

  1. Como el primero esta wenop ^^


    pss cuando llega una parte yaoi?

    jijiji xD

    weno sigue con las mini historias.. por ke estan inteesantes ^^
    Atte:
    Genesis Michell psycosocial
    P.D

    El odio de Saga es Algo brutal pobrecito :/

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  2. Carol, me han encantado estos dos cápitulos que has colocado. Siempre lo he dicho ... Tienes un talento especial para hacer que la gente se vicie con lo que escribe, es un efecto estilo Stephanie Meyer (Crepúsculo) pero mejor ja ja. Ahora antes de irme te dire una sola cosa: PON EL OTRO FUCKING CÁPITULO YA QUE ME ESTOY MURIENDO POR SABER >,<

    Gracias:
    La gerencia xD

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  3. Dejalo consolarte Saga ¡¡ Por un demonio !! - grita histérica - ... Bien, ahora que ya paso la euforia (? xD Aquí te comento y lo divido en partes, traduciéndolo a mi modo. Dime si estoy mal:

    ¿Acaso tu novia te engañó, oh, pequeño Saga? - Jodete por andar con ella -

    ¿Quién carajo te hizo llorar? - Por el unico que deberias hacerlo es por mi -

    Oh, te lo dije. Te dije que era una cualquiera, una mujer sin corazón. - XD Jodete de nuevo, la típica " te lo dije " para demostrar la idiotez del otro al no preferirnos.

    Déjame consolarte. - Tenias que pasar por eso para que esto ocurriese....


    Mas que hermoso, correctamente redactando e inspirador, este fic es mas.

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