Un día demasiado soleado, lleno de gente, sonrisas infinitas, sonaban los berrinches de algunos niños, gente adulta conversando de lo malo que es la política –más específico: los gobernantes-, chicas cuestionándose quién era la más bonita con bikini, chicos buscando la manera de conquistar a alguna de esas chicas, era un sinfín de personas en aquel hotel, en aquella piscina donde ahora yo me encontraba.
Trataba de olvidarme de todo, pero es cierto que nunca podemos olvidarnos de algo que fue demasiado importante para nosotros ¿no es así? “El tiempo cura” No. Para mí no es cierto. El tiempo sólo lo empeora, hace que esto sea más difícil. Es como si matara cada partícula de mi ser y me hiciera ver esa matanza. Tal vez suene egoísta al decir esto pero NO ME IMPORTABA NADIE MAS QUE YO. Quería un poco de tiempo para mí, si es que de verdad existe…No quería que algo más me afectase cómo me había afectado ella. Ella. La que era mía. No. Nunca fue mía.
Mi hermano me había dicho que la olvidase, no importaba cuánto yo la quisiese, nunca iba a ser mía por el simple hecho de que no me correspondería nunca. A pesar de que le había confesado mis sentimientos –nótese que no fue de la mejor manera- ella lo había tirado al aire, o eso yo pienso. Sus amigas y amigos se daban cuenta de mi gusto hacía ella ¿acaso no era obvio? Había veces en que por sólo verla 5 minutos me esperaba el día entero, no podía pensar en otra cosa más que en ella, en su sonrisa, en su carisma, en su cariño hacía mi; éramos amigos y tal vez fue la razón principal por la cual me enamoré de ella sin darme cuenta, sólo me di cuenta de ello gracias a la Maldita Necesidad –o tal vez Bendita- de estar cerca de ella, de saber algo de ella. Me era desesperante no verla, no sentir su presencia cerca de la mía.
Ordené un trago, quería probar si de verdad era cierto que el Alcohol te mejora –es obvio que no lo hace, pero no lo supe hasta después-, te ayuda a olvidarte de todo y eso precisamente, era lo que necesitaba hacer.
Delicioso, bendito vodka con jugo de uva, desde ese momento se iba a convertir en mi bebida favorita, tan dulce, tan exquisita. Sentía como bajaba por mi garganta y como dejaba de caer al llegar a mi estómago. Otro trago. Ah, la misma sensación. ¡Tenía que tomar hasta saciarme! ¡…Hasta agotarme! ¡…Hasta quedar inconsciente!
Nadie me acompañaba, yo sólo miraba a todos los humanos de allí y cuando iba por mi cuarto trago sentí una agonía, una soledad que jamás había tenido. Me sentí Inexistente. No cabía dentro de su ‘pequeño círculo’ y eso de alguna forma me estaba tirando. Fui allí para sentirme mejor, para terminar en algo que nunca quise experimentar.
Traté de levantarme pero el alcohol ya había surtido efecto, tenía un vértigo espantoso; no podía controlarme y para empeorar el asunto estaba a punto de caer a la piscina, no había nadie quien me pudiese ayudar, ya era demasiado tarde y yo era el único allí.
>>Tírate, no hay nadie quien pueda ayudarte. Sería una lente rápida. ¡Hazlo!
¿Qué? ¿No puedes hacerlo? Pero si eso es lo que deseas ¿me equivoco?
No quería hacerle caso a esa voz que sonaba dentro de mí pero fue lo que hice. Me dejé caer a la piscina, borracho, con ropa todavía. Ya sentía toda mi ropa mojada y cierto dolor en el pecho a causa de no respirar bajo el agua. Quería subir a la superficie, quería sentir el aire entrar por mi nariz y mi boca. Pero no podía. ¿Era mi fuerza de voluntad? Era mi última oportunidad de vivir pero ya no quería, mi cuerpo me lo impedía.
A pesar de que estaba dentro de esa cárcel de agua –por así decirlo- escuché que alguien había corrido a auxiliarme. Minutos después sentí su piel sobre la mía, tenía que ser una mujer ¿o era un hombre? No lo sabía con exactitud. Tenía que averiguarlo así que decidí abrir los ojos.
No pude ver como lo hubiera hecho estando sobrio, pero era una mujer, sí que lo era. Ella había salvado mi vida. Mi…Vida. Parpadeé varias veces hasta conseguir una imagen mejor; no podía creerlo. No quería creerlo ¿o tal vez sí? Era ella. ¡Era ella! ¡ERA ELLA!
¿Por qué lo había hecho? No lo sé y en estos momentos (acostado a la orilla de la piscina, de noche, junto a ella, viéndome con preocupación) eso era lo que mi corazón necesita. Tal vez una fotografía de aquella escena era perfecta para mi memoria. Tal vez…
[JODER! Me harta que no se guarden los espacios ¬¬ bueno.. se entiende..]
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